Biografía y currículum científico y jurídico
El Dr. Ryke Geerd Hamer nació en Frisia (Alemania) en 1935, en el seno de una familia de pastores protestantes. A los 18 años, tras finalizar el bachillerato, inicia estudios de medicina y de teología en la Universidad de Tübingen, donde conoce a una estudiante de medicina que acabará por convertirse en su esposa, Sigrid Oldenburg. Con 20 años aprueba el examen preliminar de medicina y un año después contrae matrimonio en Erlangen, donde aprueba su licenciatura en teología.
En 1959, con 24 años Ryke Geerd Hamer aprueba el examen estatal de medicina de Marbourg. Paralelamente a sus estudios de medicina estudió doce semestres de la carrera de física, si bien no llegó a efectuar el examen, y es licenciado en Ciencias Médicas, en las especialidades de Psiquiatría y Pediatría.
En 1961, obtiene el grado de Doctor en Medicina, trabajando durante varios años en clínicas universitarias de Tübingen y de Heidelberg, donde ejerce también la docencia. En 1972 el Dr. Hamer se especializa en medicina interna, y ejerce también en compañía de su esposa, la Dra. Sigrid Hamer, realizando investigaciones sobre la «angiometría de los tumores cerebrales».
Ha obtenido el diploma de especialista en enfermedades internas del Hospital Universitario Alemán, y también el diploma de radiólogo.
Tiene además, desde siempre, un hobby singular: patentar inventos. Por ejemplo, dentro del marco de la cirugía plástica, el escalpelo eléctrico Hamer, que permite operar de forma atraumática, cortando casi 20 veces más finamente que un bisturí, y una sierra especial para las intervenciones óseas. Tiene además patentados una couchette para masaje que se adapta automáticamente al contorno del cuerpo y un aparato que permite el diagnóstico serológico transcutáneo.
El Dr. Hamer recibió durante largos años el respeto y la admiración de sus colegas, y la estima de sus numerosos pacientes. Su carrera profesional e investigaciones -clásicas y ortodoxas-, reforzaban día a día su posición de reputado especialista.
A las 3 de la madrugada del 18 de agosto de 1978, ante el pueblo de Cavallo (Córcega) y en el transcurso de una fiesta celebrada en una nave, un aristócrata italiano, el príncipe Alberto de Saboya, dispara, sin motivos ni causas aparentes, contra una persona desconocida que dormía en la cubierta de un barco cercano. Esa persona era Dirk Hamer, de 19 años, uno de los hijos del Dr. Hamer. Dirk Hamer fue trasladado todavía con vida a Munich, falleciendo cuatro meses después, el 7 de diciembre de 1978, en Heidelberg.
La trágica muerte de su hijo unida a las dificultades de la investigación judicial que se llevó a cabo, y al desarrollo de un complicado proceso posterior, afectan profundamente a la familia Hamer. El Dr. Hamer desarrolla al cabo de cuatro meses un cáncer de testículos, en tanto que su esposa, la Dra. Sigrid Hamer, recae consecutivamente en varias enfermedades cancerosas hasta fallecer, el 12 de abril de 1985, a causa de un infarto agudo de miocardio.
A partir de la muerte de su hijo y del desarrollo de los cánceres en él mismo y en su esposa, el Dr. Hamer inicia su investigación y emite la hipótesis de que tanto su cáncer como el de su mujer pueden estar relacionados con el brutal conflicto que vivieron en el más completo aislamiento, y que él percibió como el acontecimiento más grave que le había ocurrido. Sus estudios e investigaciones le llevaron a formular lo que él ha denominado la Ley de Hierro del Cáncer, piedra angular alrededor de la cual se articula toda la Nueva Medicina.
En octubre de 1981 presenta la tesis sobre su descubrimiento en la facultad alemana de Tübingen, y el tribunal médico le coloca ante la alternativa de abjurar de su tesis o abandonar inmediatamente su trabajo clínico en la facultad.
En mayo de 1982 la Universidad de Tübingen le devuelve sus documentos de trabajo sobre las correlaciones entre psiquismo y cáncer, sin haber efectuado ninguna verificación.
En 1986 la dirección del distrito de Coblence entabla un proceso para condenar al Dr. Hamer y prohibirle el ejercicio de la medicina por, textualmente, «no querer abjurar de la Ley de Hierro del Cáncer y no asumir las tesis convencionales sobre el cáncer». Desde 1986 el Dr. Hamer no puede ejercer el derecho de atender un enfermo. El veredicto queda confirmado en sesión única en 1990. Se prohibe cualquier proceso de revisión, y se declara al Dr. Hamer como no poseedor de las facultades de control de sí mismo, declarándosele incompetente para juzgar las necesidades de tratamientos contra el cáncer.
En 1986 un tribunal condena a la Universidad de Tübingen a reabrir el proceso de inhabilitación. Silencio hasta 1994. El 3 de enero de 1994, se pronuncia la ejecución del veredicto, ¡acontecimiento único en la historia de la universidad!. Ni siquiera con un retraso de 13 años es posible que esta universidad verifique la Nueva Medicina. El 22 de abril de 1994 declara que: «no está prevista la verificación en el marco del proceso de habilitación».
El 21 de julio de 1988, el tribunal de primera instancia de Coblence cita al Dr. Hamer a comparecer ante la cámara correccional del tribunal, para someterle al examen del profesor Horn, director del hospital psiquiátrico regional. El intento de internarlo a la fuerza en una institución psquiátrica fracasa.
El 9 de diciembre de 1988, se realiza la verificación por la Universidad de Viena. firmada por:
El Profesor Jörg BIRKMAYER, Doctor en Química y Doctor en Medicina, titular de la cátedra universitaria de Medicina Química y de Cancerología, especialista de medicina de laboratorio y jefe del laboratorio médico-químico de la Universidad de Viena,
la Doctora Elisabeth M. ROZKYDAL, Medicina General,
el Doctor Franz REINISCH, especialista de enfermedades internas,
el Doctor Fritz EBERZ,
y el médico asistente Doctor Ryke Geerd HAMER, Medicina Interna, Psiquiatra, Pediatra, Radiólogo y Teólogo;
efectúan la verificación de su ley, siguiéndole verificaciones posteriores realizadas por equipos médicos de Munich, Chambéry, Austria...
Los dias 12 y 13 de Mayo de 1990, se realiza la verificación por la Conferencia de Médicos de Namur (Bélgica) firmada por:
Médicos de la Conferencia (16 firmas).
El 24 de junio de 1992, se realiza la verificación por la Clínica Pediátrica de Gelsenkirchen (Alemania), firmada por:
el profesor Dr. E. A. Stemmann, médico en Jefe
y por el Dr. Elke Mühlpfort, Pedíatra y Medicina Escolar.
Los días 8 y 9 de Setiembre de 1998, se realiza la verificación porla Universidad de Trnavská, en el Instituto de Cancerología H1. Elizabeth de Bratislava y en el Servicio de Cancerología del Hospital de Trnava, firmada por:
Prof. MUDR. J. Pogády, DrSc, Catedrático de Psiquiatría y Presidente de la Comisión,
Prof. MUDR. V. Krcmery, DrSc, Decano de la Facultad,
Doc. RN Dr. J. Miklosko, DrSc, Vice-rector de la Facultad de Investigación.
A pesar de que sólo es necesaria una verificación, la lista cuenta ya con 20 verificaciones.
Los intentos de desprestigio y desacreditación del Dr. Hamer y de sus descubrimientos, (expuestos como Nueva Medicina), han sido constantes desde esa fecha. Sin embargo, el 21 de mayo de 1997 el Dr. Hamer fue arrestado.
Tras pasar un día en el calabozo, la juez Nagel, en Colonia (Alemania) decidió su encarcelación basándose en tres puntos:
- haber infringido la ley de práctica médica.
- no atenerse a razones (¿debe abjurar de sus convicciones para que le dejen libre?).
- que existía el temor fundado de que se «fugase» al Estado español.
Según resolución judicial, el Dr. Hamer «podía ser visitado en prisión media hora dos veces al mes, previa solicitud, y a ser posible, en grupo». Medidas inconcebibles ya que se le trata como a un peligroso criminal...
La Nueva Medicina, basada en 5 leyes biológicas naturales, ya ha sido pues validada por médicos y científicos competentes. A pesar de ello, la prensa y medios de comunicación en general no han escatimado los epítetos insultantes en relación al Dr. Hamer, y el COMB (Colegio Oficial de Médicos de Barcelona), que tiene abierto expediente a los «seguidores» del «método» Hamer, porque «las teorías del doctor Hamer no han estado nunca sometidas a los debates y a las pruebas a las que se someten las hipótesis, los presuntos descubrimientos y las nuevas propuestas terapéuticas que realiza la comunidad científica» (Diario Médico, 19 de septiembre de 1995), no ha hecho mucho más que sumarse a las voces de descrédito, sin querer afrontar el reto de estudiar esta gran aportación a la medicina, incorporarla a los estudios universitarios y ponerla a la práctica en beneficio de todos. Especialmente de los enfermos actuales y de la investigación futura.
Si ellos no lo hacen ¿quién se supone que debe hacerlo?.
O es que, tal como los cancerosos pintaron en 1956, en los muros del Hospital de Villejuif de París: «Del cáncer vive mucha más gente de los que morimos».
Quién es Ryke Geer Hamer
Nacido en la localidad alemana de Frisia en 1935, el doctor Ryke Geerd Hamer se casó teniendo sólo 21 años con otra aspirante a médico -Sigrid Oldenburg- sólo un año después de superar el examen de acceso para Medicina. Sin embargo, influido sin duda por sus padres -pastores protestantes- se licenciaría primero en Teología en Erlangen. En 1959 -con 24 años- aprobó el examen estatal de Medicina de Marbourg y terminaría licenciándose en Ciencias Médicas con las especialidades de Psiquiatría y Pediatría. Formación que complementaría con los estudios de Física donde llegó a completar doce semestres aunque no llegó a efectuar el examen. En 1961 obtuvo el grado de Doctor en Medicina trabajando durante varios años en clínicas universitarias de Tübingen y de Heidelberg, lugar donde también ejercería la docencia. En 1972 se especializaría en Medicina Interna efectuando investigaciones sobre "la angiometría de los tumores cerebrales". Asimismo, obtendría el diploma de radiólogo.
El Dr. Hamer es además inventor. Creó el escalpelo eléctrico que lleva su nombre y que permite operar de forma no traumática -corta casi 20 veces mas finamente que un bisturí normal- y de una sierra especial para las intervenciones óseas. También tiene patentada una couchette para masaje que se adapta automáticamente al contorno del cuerpo y un aparato que permite el diagnóstico serológico transcutaneo.
Sin embargo, su sólida reputación y prestigio cambiaría en 1978 cuando la muerte de su hijo por un disparo le llevaría tanto a él como a su mujer a desarrollar sendos cánceres -él en un testículo, ella en una mama- no tardando mucho en relacionar ambos hechos. A partir de ese instante iniciaría una investigación que le llevaría a determinar lo que denominó "Ley de Hierro del Cáncer", piedra angular alrededor de la cual se articularía lo que hoy se conoce como "La Nueva Medicina", según la cual todo cáncer se debe a un shock traumático inesperado que se sufre en soledad. Agregando que ese trauma queda reflejado en forma de diana en el cerebro, lo que puede constatarse en todos los casos mediante un simple TAC cerebral.
En octubre de 1981, convencido de que su descubrimiento podía ayudar a mucha gente, decide presentarlo para su validación en la Universidad de Tübingen, lugar donde el Dr. Hamer se doctoró. Sin embargo, y para su sorpresa, el tribunal médico designado al efecto, en una decisión insólita, le colocaría ante la alternativa de abjurar de sus tesis o abandonar de inmediato su trabajo clínico en la institución. El Dr. Hamer insiste entonces en que se compruebe lo que afirma y espera. Y en mayo del año siguiente la Universidad de Tübingen le devuelve sus documentos de trabajo sobre la relación entre psiquismo y cáncer... pero sin efectuar verificación alguna.
En 1986, viendo que sigue manteniendo sus ideas, la Universidad de Tübingen le abre un proceso para prohibirle el ejercicio de la medicina "por no querer abjurar de la Ley de Hierro del Cáncer y no asumir las tesis convencionales sobre el cáncer". El acto se celebra en una sesión única en 1990, y en el mismo se le declara como una persona incapaz de controlarse y, por tanto, incompetente para juzgar las necesidades de tratamientos contra el cáncer. Se le inhabilita como médico. Y encima, el tribunal decreta que no existe posibilidad alguna de que se vuelva a revisar su caso. El Dr. Hamer acude a los tribunales y exige que la Universidad de Tübingen se pronuncie sobre los descubrimientos que presentó en lugar de limitarse a descalificarle, y gana: en 1986 el tribunal condena a la Universidad de Tübingen a reabrir el proceso de inhabilitación de Hamer y a pronunciarse sobre lo que éste plantea. Pero la universidad guardaría silencio ¡durante 8 años!: hasta 1994. Y sólo para volver a declarar -el 22 de abril de ese año- que "en el marco del proceso de habilitación del Dr. Hamer no está prevista la verificación de sus asertos".
El 9 de diciembre de 1988 el profesor titular de la cátedra de cancerología de la Universidad de Viena, Dr. Jorg Birkmayer, declararía -para sorpresa general- que había verificado la veracidad de la llamada Ley de Hierro de Hamer. Verificación a la que seguirían otras posteriores, realizadas por equipos médicos de Munich y Chambery. Otros colegas médicos, obviamente, se interesarían de inmediato en ello. Y el 24 de junio de 1992 se anuncia que de nuevo ha vuelto a verificarse. Así se recoge en un comunicado oficial de la Facultad de Medicina de Düsseldorf firmada por el profesor E. A. Stemmann.
Todo esto, sin embargo, no paralizaría los ataques. Es más, desde entonces los intentos de desprestigio y desacreditación del Dr. Hamer y de sus descubrimientos han sido constantes. Y así, el 21 de mayo de 1997 fue de nuevo arrestado. Resulta que como oficialmente seguía inhabilitado para ejercer, por no abjurar de sus afirmaciones, fue acusado de practicar la Medicina por asesorar a unas personas que le habían consultado sobres sus problemas cancerígenos. Por lo que la juez -en Colonia (Alemania)- decidió encarcelarle basándose en tres razones. La primera, que había infringido la ley de práctica médica. Es decir, como estaba inhabilitado para ejercer como médico es obvio que sus consejos los había hecho como vulgar curandero, y eso lo castiga la ley. Así que se aplicó la norma al respecto, aprobada en la época de Hitler. Muy apropiada al caso. Especialmente porque, para mayor sarcasmo, el Dr. Hamer se limitó a dar unos consejos y ni siquiera cobró por ello. La segunda razón fue "no atenerse a razones". Es decir, negarse a abjurar de sus convicciones. Una exigencia más propia de la época de la Inquisición que del siglo XXI. Y tercero, que existía el "temor fundado" de que se fugase a España. Para mayor escarnio, la resolución judicial indicaba que el doctor Hamer sólo podría ser visitado en prisión media hora dos veces al mes, previa solicitud y, a ser posible, en grupo.
Cabe añadir que son muchos los médicos que han verificado las afirmaciones y postulados de Hamer. Hay casi una treintena de estudios al respecto, algunos oficializados notarialmente. Sin embargo, no se les ha dado credibilidad alguna. Siempre con el argumento de que el reconocimiento oficial de algo así sólo podía hacerlo una universidad oficial. Entonces sí sería reconocida... Pero quiénes se excusaban con tal argumento mentían. Porque el 8 y 9 de Septiembre de 1998 los postulados de la Nueva Medicina fueron también verificados y confirmados oficialmente por la Universidad de Trnava, en Eslovaquia, como certificaron con sus firmas los doctores J. Miklosko -Vicerrector de la Universidad-, V. Krcmery -Decano de la Facultad- y J. Pogady -Catedrático de Psiquiatría y Presidente de la Comisión-. Una certificación que, textualmente dice:
"Durante los días 8 y 9 de Septiembre de 1998, en el Servicio de Oncología del Instituto Oncológico Santa Isabel de Bratislava, y ante la presencia del Vicerrector de la Universidad de Trnava, del Decano de la Facultad de Enfermería y Naturaleza Social de la Universidad y de diez personas más, entre docentes y catedráticos, han sido examinados siete casos de pacientes con más de veinte enfermedades. Los protocolos médicos de dichos casos, establecidos por el Dr. Hamer, se adjuntan a la presente. Se trataba de constatar la comprobación de su sistema en base a reglas científicas de reproductibilidad. Los hechos ocurrieron de la siguiente manera: de las cerca de cien pruebas que se pudieronn examinar en cada enfermedad según las leyes de la Nueva Medicina (no pudieron ser examinadas todas por falta de datos), en todas las que se pudo comprobar, se constató que se cumplían con exactitud las leyes naturales de esta Nueva Medicina.
Los abajo firmantes aseguramos que, en su presentación, realizada en dos ejercicios de verificación, se confirma su sistema con mucha probabilidad. Valoramos en gran estima el compromiso ético, humano y paciente del Dr. Hamer así como su nueva aproximación integral al paciente.
Considerando todos estos factores estamos convencidos de que la cuestión de la pronta aplicación de la Nueva Medicina debe ser efectuada con urgencia."
Cabe añadir que hoy son miles los médicos convencidos en todo el mundo de que Hamer tiene razón y siguen sus enseñanzas, recogidas en lo que vino a denominar la "Nueva Medicina". A pesar de que algunos colegios médicos españoles abrieron también expedientes a algunos afiliados que decidieron seguirla. Porque también en España hay médicos que han sufrido persecución por compartir los planteamientos de Hamer. Aquellos que se atrevieron a decir que tenía razón o, simplemente, que lo que planteaba tenía sentido y había que investigarlo. Hoy, conscientes de que el sistema los aplastaría si insisten en decir lo que piensan en público, trabajan en silencio.
Jose Antonio Campoy
Director de Discovery DSALUD.
El Dr. Hamer extraditado a Francia por el Gobierno Español
El Dr. Ryke Geerd Hamer fue detenido en su domicilio en Málaga y encarcelado en Madrid. El 18 de Octubre del 2004 fue extraditado a Francia, donde era reclamado para cumplir una sentencia de cárcel de 3 años. Actualmente se encuentra en una prisión en París. En medio de continuas irregularidades legales no se han seguido los procedimientos jurídicos habituales ni en España ni en Francia. Los abogados de España no podían dar crédito a lo que estaba pasando. El día 18 por la mañana, mientras uno de estos abogados se encontraba en la prisión de Madrid hablando con un responsable de la penitenciaría, el Dr. Hamer era extraditado en secreto sin ni siquiera informar a su abogado que se encontraba allí.
El Dr. Hamer es el descubridor de 5 leyes naturales por las que se rige y toma sentido biológico todo proceso de enfermedad y de sanación. Este descubrimiento ha sido verificado científicamente en más de 20 ocasiones y constituye la mayor aportación a la medicina de nuestro tiempo. Los pilares de la Nueva Medicina son estas 5 leyes biológicas.
Pero estos descubrimientos han sufrido el rechazo de poderosos colectivos de nuestra sociedad, desatando el miedo de ciertos sectores industriales y profesionales a perder su influencia sobre mercados basados en el negocio de la enfermedad. Por ello, el Dr. Hamer ha sido víctima de numerosas campañas mediáticas con la intención de desprestigiarlo y evitar que sus hallazgos sean aplicados de forma generalizada en todos los centros hospitalarios y por el colectivo médico de todo el mundo.
El Gobierno Español es plenamente responsable de esta decisión de extradición y de las consecuencias que se deriven.
Con el caso del Dr. Hamer, el Gobierno Francés está violando, de momento impunemente, los derechos fundamentales de las personas y, desde Italia, se están dando pasos para que Admistía Internacional organice una campaña en su defensa. Ya hemos recibido una primera carta suya en la que explica que ha sido sometido a tortura.
Estamos sufriendo un nuevo ataque contra la libertad de elección de tratamiento médico, contra la libertad de pensamiento científico y contra la libertad de expresión.
El Dr. Hamer es perseguido por haber publicado libros en los que expone sus descubrimientos. Basada en estas 5 Leyes Biológicas, la Nueva Medicina cambia totalmente el paradigma tanto para los médicos como para los enfermos. Nos permite la comprensión del origen de la enfermedad, de tal manera que podemos afrontarla con conocimiento de causa y con el soporte del médico que nos asiste. Con la Nueva Medicina podemos colaborar activamente en el tratamiento a seguir, convirtiéndonos en los protagonistas de nuestra propia curación, pudiendo prescindir de las terapias iatrogénicas de alto riesgo que se prescriben en el caso del cáncer. Es decir, las amputaciones, la quimio, la radio y la morfina.
Independientemente de lo que digan las acusaciones y las sentencias, los procesos contra el Dr. Hamer no son simples procesos judiciales, sino procesos políticos destinados a proteger estos intereses económicos que hemos mencionado. Si el Dr. Hamer hubiera abdicado de sus descubrimientos, ahora no estaría detenido ni acusado de nada. Desde que descubrió estas 5 leyes naturales biológicas, los atentados que ha sufrido contra su vida responden a los mismos intereses de los que ahora quieren encarcelarlo o encerrarlo en un psiquiátrico, y a los que el Gobierno Francés esta obedeciendo y sirviendo. Estamos elaborando un informe sobre todo ello.
No sólo está en juego la libertad de este gran médico y científico, honrado y generoso; sino la libertad de expresión de todos tan cacareada por las democracias, la libertad de elección de tratamiento médico y el progreso mismo de la medicina y de la ciencia. Estas libertades, que hemos tenido que luchar para conseguir, también hemos de saber luchar para mantenerlas.
Encarcelamiento del Dr. Hamer en España
En Francia, el Dr. Hamer está acusado de”azuzar contra la medicina académica y de incitar al ejercicio de la Nueva Medicina” en el Tribunal de Chambéry (orden de arresto de la instrucción judicial desde 1993).
Desde el extranjero habría cometido un delito en Francia al redactar un libro en francés sobre la Nueva Medicina.
El delito habría sido perpetrado, entre otros, al responder positivamente a la solicitud de envío del escáner de una paciente, en el curso de una conversación telefónica con la presidente de la Association ASAC (Stop Au Cancer).
En realidad, fue su hijo, el Dr. Berndt Hamer, que tiene la misma voz, el que respondió a esta llamada.
Esta conversación fue escuchada de forma ilegal por los servicios secretos alemanes o franceses.
Después de eso, 7 años más tarde, y haciendo llamamiento abierto al juzgado de Chambéry, y mucho antes del verdadero proceso, la justicia francesa preparó una orden de arresto internacional, a fin de que el Dr. Hamer no pudiera asistir a su proceso a menos que fuera esposado o bajo arresto, si es que se presentaba.
Pero la convocatoria del tribunal llevaba dos días de retraso, por lo que era totalmente imposible que él pudiera acudir. Paralelamente, se ha comprobado que 10 días antes, su abogado todavía no había tenido acceso al dossier.
Además, antes del proceso, el tribunal había emitido dudas sobre la verificación de las Universidades de Viena (1986); Dusseldorf (1992) y Tyrnau/Bratislava (1998), y había rehusado completamente dar respuesta. Llegó incluso a nombrar como parte civil en el proceso a la UNADFI, el organismo estatal anti-sectas.
A continuación, el tribunal francés escribió a las autoridades españolas que estaba prevista una extradición si el Dr. Hamer no se presentaba a la audiencia (en 2ª instancia). Esta vez él siguió el consejo de su abogado no acudiendo a la convocatoria puesto que su estado de salud no lo permitía.
Después de eso, en su ausencia, la primera condena (del 2000) fue aumentada, y fue de nuevo condenado a 18 meses de cárcel, de los cuáles 9 meses con moratoria y 9 meses sin moratoria, y a una multa.
A finales del año 2004 ha ocurrido una cosa excepcional, que probablemente nunca se había visto en justicia: el tribunal francés (la corte de apelación de Chambéry) hizo simplemente el proceso de apelación contra el Dr. Hamer, sin avisarle ni a él ni a su abogado.
De golpe, el 27 de mayo del 2004, el Dr. Hamer se enteró por fax de un artículo en un periódico francés, con este titular: ”Hamer aux abonnés absents”, que este proceso ya se había celebrado. Había sido hallado culpable de fraude y de complicidad en el ejercicio ilegal de una actividad médica.
El tribunal había solicitado una pena de encarcelamiento larga a fin de poder emitir una orden de arresto europea. Pero la sentencia de la instancia precedente era insuficiente, ya que de los 18 meses, había 9 meses de moratoria. Y para la orden de arresto europea se precisa de una pena de cárcel de por lo menos 12 meses sin moratoria
Además de esto, ha sido condenado a pagar unos 200.000 Euros de perjuicios e intereses a personas totalmente desconocidas por él, que afirman haber sufrido perjuicios a causa de la Nueva Medicina Germánica (o de sus libros).
Probablemente sea, una vez más, un caso único en la justicia.
La razón es naturalmente la suposición de que la Nueva Medicina Germánica es falsa, cosa que no es verdad, como se puede demostrar. Pero es ya la décima ocasión que el tribunal rehúsa la prueba documental de la exactitud de la Nueva Medicina Germánica.
En lugar de esto, el abogado del organismo estatal anti-sectas, Joëlle V. lamenta “que la Nueva Medicina Germánica continúe extendiéndose por Internet”, y solicita: “¿qué puede hacerse para detener a Hamer, en el sentido real del término?”. Y el procurador de la república, Sra. Jacqueline D. ha solicitado al tribunal que “le condene a una pena suficiente para poder emitir una orden de arresto europeo”, textualmente: “al menos un año de cárcel (sin moratorias)”.
Anteriormente, ella había ya apelado a la corte europea de justicia para confirmar la pena superior a un año, cuando llegase el momento.
¡Y el momento ha llegado!
En julio del 2004, la sentencia ha sido incluso aumentada, y el Dr. Hamer ha sido condenado a 3 años de cárcel – sin moratorias – por “fraude y ejercicio ilegal de la medicina”. Pero la verdadera razón por la cual se quiere tener a Dr. Hamer en estado de detención no son estas acusaciones idiotas, sino únicamente la abolición de la Nueva Medicina Germánica. Para esto, todos los medios son buenos. Con el encarcelamiento y, si es posible, el internamiento psiquiátrico forzado del Dr. Hamer, se espera poder poner fin a una etapa de 23 años de querella científica – convertida con el tiempo en política – entre la medicina académica y la Nueva Medicina Germánica.
Últimas noticias del 2.11.2004
¡Primera señal de vida del Dr. Hamer!
Finalmente hoy, 1º de noviembre, hemos recibido la primera carta del Dr. Hamer, fechada el 21 de octubre del 2004!
El Dr.Hamer escribe:
“Los últimos tres días han sido un verdadero horror, 45 horas de VERDADERA TORTURA, continuas pesquisas, desnudarse continuamente y durante dos noches me hicieron dormir sobre las losas del suelo, sin manta o una estera. Para todo el día solamente un sándwich y medio litro de agua, la primera comida fue a las dos, sin desayuno. Me concedieron 20 minutos para ir al lavabo, pero con las esposas puestas. 100 mujeres de la limpieza tendrían trabajo garantizado durante un mes para limpiar este lugar. Hoy, por primera vez, he recibido una carta del abogado, que ya se había presentado el 26 de octubre pero que durante al menos 5 días fue despedido al venir. Ahora, por lo menos, sé que estáis al corriente de dónde me han llevado. Hasta el día de hoy no he podido enviaros noticias, porque no me daban ni un sello.
Tengo la sensación de estar en un campo de concentración, con otros 5.000 reclusos. Desde el primer día han intentado convencerme de hacerme ¡psiquiatrizar voluntariamente!
Mi delito es claro y definitivo - ejercicio ilegal de la medicina – pero, en generis, lo que entienden es que este ejercicio ilegal de la medicina se realiza también a través de la simple difusión de mis libros.
Prácticamente lo que quieren decir es que si a través del conocimiento de mis libros, personas que me son totalmente desconocidas deciden suspender la quimioterapia, incluso después del 20º ciclo, y mueren, ¡yo soy el único responsable!
Es decir que todas las personas que habrían muerto a causa de la Nueva Medicina Alemana, es pues mi culpa. Todo esto es absurdo pero ésta es la estafa de la cual me acusan.”
Hasta el día de hoy nadie lo ha podido ir a visitar a la cárcel y ningún contacto se ha podido establecer entre él y su abogado (¡desde el 16 de octubre!)
El Dr. Hamer hace una llamamiento en nombre de todas las personas que mueren a centenares todos los días, simplemente por no haber tenido el derecho de beneficiarse de los descubrimientos de diagnóstico de la Nueva Medicina Alemana:
“Estoy en la cárcel porque elegí no dejarme corromper aceptando ninguna de las cientos de propuestas (de las que no se pueden rechazar…), con la única finalidad de continuar mi lucha, de no dejar que me paren, en nombre de mi pueblo y de todas las víctimas de este crimen. Incluso bajo tortura, quiero serviros de ejemplo.
Vuestro Geerd”