¿El cáncer es fatal?
Hay mucha más gente que vive del cáncer que la que muere por él.
Para comprender la actitud de sometimiento tanto de los médicos como de los pacientes a los protocolos de diagnóstico y de tratamiento usuales en el cáncer, es ilustrativo el experimento de Stanley Milgram sobre el tema de la obediencia debida, publicado en 1963.
El objeto de su célebre ensayo científico de psicología social era medir la voluntad de un participante a obedecer las órdenes de una autoridad, aún cuando éstas pudieran entrar en conflicto con su ética y su conciencia personal.
En esa “experiencia docente” se utilizaban descargas eléctricas simuladas que los “profesores” participantes aplicaban a los “alumnos” (en realidad actores entrenados) hasta que respondieran correctamente una batería de preguntas. Antes, los “profesores” habían recibido descargas demostrativas de 45 voltios, y por indicación del director de la experiencia llegaron a aplicar a sus “alumnos” hasta 10 veces más. Hasta el 65% siguió las indicaciones del supuesto científico. Si las pruebas se realizaban en el ámbito de la universidad (de Yale por ejemplo) el porcentaje de adhesiones era mayor.
Si a las personas sometidas a esta prueba se les anima, mostrándoles como ejemplo una autoridad científica, a torturar a otras personas con descargas eléctricas, se nos presenta la obediencia humana a la autoridad. Esta prueba realizada también en Alemania tuvo un 85% de personas dispuestas a cumplirlas. En las conversaciones posteriores los “profesores” consideraban que las autoridades sabían lo que hacían y que ellos prácticamente no tenían responsabilidad alguna.
Si reemplazamos “profesor” por “médico” y “alumno” por “enfermo” podemos comprender cómo funciona el sistema de “salud” con relación al cáncer (y a otros tratamientos médicos convencionales, como la aplicación de vacunas, sida, partos-cesáreas, etc.).
Richard Walters en El libro de las Terapias Alternativas contra el Cáncer señala algunos datos a tener en cuenta:
Aproximadamente dos de cada tres pacientes de cáncer morirán a causa de esta enfermedad (o a causa de la terapia empleada) en el transcurso de cinco años desde su diagnóstico.
Mientras los medios de comunicación periódicamente anuncian grandes descubrimientos en relación al cáncer, las curas se dan principalmente en los anuncios de la prensa.
La “guerra contra el cáncer” ha resultado ser un fracaso colosal a pesar de los cientos de millones de dólares invertidos en investigación y tratamiento.
Los tres métodos “comprobados” para el tratamiento del cáncer – la quimioterapia, la radiación y la cirugía – pueden en realidad acortar la vida del paciente en muchos casos. Todos estos tratamientos son invasivos, tienen efectos colaterales devastadores, y sólo tratan los síntomas. Todos ellos pueden ocasionar la expansión del cáncer o bien su reincidencia.
Si bien estos métodos, perjudiciales para la inmunidad del cuerpo, a veces pueden ser necesarios, sus resultados exitosos se han limitado principalmente a la quimioterapia para linfomas o leucemias, la radioterapia para tumores cerebrales radiosensibles y la cirugía en las fases tempranas de la enfermedad.
Para la mayoría de los cánceres en los adultos, las terapias ortodoxas virtualmente no resultan curativas, aunque pueden de alguna manera alargar el tiempo de vida cuando se cumple con las indicaciones previas.
En el caso de muchos pacientes, las terapias normales acortan el tiempo de vida: “La mayoría de los pacientes de cáncer en este país muere a causa de la quimioterapia”, comenta el Dr. Alan Levin de
En realidad deberíamos saber que cada uno de nosotros es responsable de su salud y que los médicos ayudan como apoyo. Que es violencia afirmar que no hay otro tratamiento y que si no se cumple con tal protocolo las consecuencias serán graves. El cáncer es un proceso de enfermedad que tiene su propio simbolismo biológico con componentes mentales, cerebrales y orgánicos. El terror desde el sistema sólo favorece su evolución y no su resolución.
En síntesis, el cáncer es un enigma biológico. No existe un acuerdo unánime acerca de qué es lo que hace que las células crezcan anormalmente, se multipliquen de manera interminable, desenfrenada. Podrían existir muchas maneras válidas diferentes de tratar el cáncer. Según Michael Evers, director ejecutivo del proyecto CURE, existen enfoques serios, con basamento científico, para el tratamiento del cáncer que no entran en el modelo tradicional. Como grupo dedicado a la defensa del paciente, el Proyecto CURE respalda “un sistema médico pluralista” que permita a los pacientes acceder a las terapias no tóxicas contra el cáncer como parte de la práctica médica normal, incluso cuando los tratamientos que ellos ofrecen se opongan al sistema de la medicina convencional.
Fuente consultada:
Homeopatía, Volumen 73, 2008. Trabajo del Dr. Eduardo Ángel Llaves: “Primum Nocere – Violencia en el Sistema Médico”. Profesor Titular AMHA.
Todas las "enfermedades" tienen un significado biológico especial. Mientras considerábamos a
"Lo que los ignorantes académicos tomaban como metástasis son nuevos cánceres desencadenados por nuevos choques conflictuales completamente yatrógenos, es decir, choques provocados por diagnósticos y pronósticos médicos. Esta fábula de las metástasis se fundamentaba en hipótesis sin pruebas e indemostrables. Ningún investigador ha podido todavía encontrar una sola célula cancerosa en la sangre arterial de un paciente con cáncer. Y es ahí donde deberían ser localizadas, si es que se dirigen a nado hacia la periferia, es decir, hacia las regiones exteriores del cuerpo. Es sobre esta fábula, completamente hipotética, en que se basa la tesis de que las células cancerosas durante su migración -todavía no observada nunca a través de la sangre- se habrían incluso metamorfoseado durante el camino con lo que, por ejemplo, una célula cancerosa del intestino (que en el interior del intestino produce un tumor compacto en forma de coliflor) de repente empezaría a emigrar hacia los huesos donde será capaz de metamorfosearse en necrosis. Se trata de una hipótesis aberrante digna de un dogmatismo medieval"
Dr Ryke Geerd Hamer - Nueva Medicina Germánica.