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CIENCIA Y SALUD NATURAL
Muy importante sitio web de vital información referente a todo la cuestión vacunal, sus complicaciones, denuncias por daños vacunales, efectos del 5G y vacunas sobre el organismo, exageración de cifras de la supuesta pandemia de covid-19, formulario de consentimiento vacunal y sus posibles complicaciones para ser firmada por el profesional responsable de vacunación.
Dr Eduardo Yahbes, Dr Oscar Botta.

https://cienciaysaludnatural.com/




Peligros de las vacunas I

La enorme mentira: “las vacunas nos protegen”.
¿Las vacunas previenen las enfermedades o las provocan?.
Las autoridades nos enseñan que las vacunas nos protegen contra posibles virus y microbios agresores, previniendo así las enfermedades contagiosas y las epidémicas.
La única verdadera inmunidad es la natural. Normalmente la encontramos en el 80 o 90% de la población antes de los 15 años. Debido a que la contaminación de una persona por alguna enfermedad moviliza todos los sistemas de defensa del organismo, la inmunización natural está en el orden de las cosas.
Por el contrario, la contaminación de las vacunas cortocircuita por completo las primeras defensas. La inmunización artificial es el desorden. No es de extrañar que exija frecuentes dosis de recuerdo ¡tan inútiles como la misma vacunación!.
Ineficaces e inútiles
Esta enorme mentira se perpetúa desde hace 150 años a pesar de:
1. LA INEFICACIA de las vacunas para protegernos de las enfermedades.
  • La vacunación puede provocar la enfermedad que supuestamente previene.
  • La vacunación puede transmitir la enfermedad, aunque no esté enferma.
  • La vacuna puede sensibilizar a la persona frente a la enfermedad.
“El niño vacunado, es un niño contaminado” –Kalmar.
“Vacunar es reemplazar una inmunidad natural por una inmunidad artificial” –Simone Delarue.
En 1905, en Filipinas, la tasa de mortalidad debida a la viruela se situaba en el 10%. Tras una vacunación masiva se declaró una epidemia que alcanzó mortalmente al 25% de la población vacunada. A pesar del fracaso, las autoridades intensificaron la campaña. En 1918 la epidemia mató al 54% de la población, vacunada en un 95%. Manila, la capital, donde todos los habitantes estaban vacunados y revacunados, fue la más afectada: el 65,3%. En la isla de Mindanao, donde los indígenas rechazaron la vacunación, la población afectada fue sólo del 11,4%. A pesar de la evidencia, la OMS lanzó en 1966 una campaña de vacunación antivariólica que duró 10 años y fue abandonada en vista de su ineficacia.
2. LA INUTILIDAD evidente de ciertas vacunas, en particular para las siguientes enfermedades:
# La tuberculosis y el tétanos vacunas que no confieren nunca inmunidad. El hecho de haber tenido la tuberculosis no impide la recidiva. Al contrario, una primera tuberculosis (a veces provocada por la vacuna) hace a la persona más vulnerable en caso de un segundo episodio, a menudo mortal.
# La rubéola de la que el 90% de las mujeres están protegidas de modo natural y cuyo riesgo de contraerla se limita a los 3 primeros meses de embarazo. No obstante se vacuna a toda la población, incluidos los varones.
# La difteria que, durante las mayores epidemias, sólo alcanzaba al 7% de los niños. Se vacuna a todos. Más aún, se vacuna repetidamente a niños y adultos a pesar de que se pretende de que una sola vacuna recibida en la infancia asegura la inmunidad ad vitam.
# La gripe y la hepatitis B cuyos virus se hacen rápidamente muy resistentes a los anticuerpos de las vacunas. Por tanto estas vacunas son completamente inútiles, aparte de ser extremadamente peligrosas.
Peligrosas
Como lo demuestran los hechos:
1. Las innumerables complicaciones causadas por las vacunas
· Que van de trastornos menores (alérgicas, neurológicas...) a la muerte
(muerte súbita del lactante);
· De corta duración o permanentes;
· De aparición inmediata, retardada o tardía;
· Pasajeras o irreversibles;
· Conocidas o desconocidas.
La Dra. Ghislaine Lanctôt ha confeccionado una lista de las complicaciones derivadas de las vacunas a medida que, durante sus lecturas, las veía mencionar. Están dispuestas en tres columnas según su aparición:
  • Rápidamente (de un día a un mes tras la vacunación) A CORTO PLAZO;
  • Lentamente (de varios meses a varios años) A MEDIO PLAZO;
  • Tardíamente (de varios años a varias generaciones) A LARGO PLAZO.
Las complicaciones a corto y medio plazo son conocidas y están documentadas. Las complicaciones tardías son evidentes en ciertos casos. Pero no tenemos todavía las pruebas vivientes para todas. ¿Deseamos tenerlas?
Las personas que trabajan con niños, siquiera tangencialmente, se resisten a vacunarlos. Quienes trabajan con niños autistas o con problemas de aprendizaje saben que detrás suelen estar las vacunas.
2. Las numerosas PROTESTAS reiteradas continuamente por parte de especialistas en la materia, médicos concienzudos y padres informados o que tienen niños víctimas de las vacunas. Innumerables informes de todas clases se acumulan en expedientes sobre los que se corre un tupido velo. Serán necesarios 40 años antes de que se divulgue la contaminación de 175.000 a 600.000 soldados estadounidenses por la vacuna contra la fiebre amarilla que contenía el virus de la hepatitis B.
3. Las LIGAS y ASOCIACIONES de padres en los principales países occidentales, como la DPT (Dissatisfaied Parents Together, Junta de padres insatisfechos), en EE UU o la Liga Nacional por la Libertad de la Vacunación en Francia (activa desde los años 1950, con una notable biblioteca y centro de documentación). Trabajan para poner a las autoridades y a la sociedad en guardia frente a los peligros de las vacunas y reclaman la libertad de elección de los padres en materia de vacunación.
4. Las DEMANDAS JUDICIALES, tan numerosas que han puesto en peligro a los fabricantes de vacunas. Los gobiernos han establecido unos fondos de indemnización como el National Childhood Vaccination Compensation Law, votado en el congreso norteamericano en diciembre de 1986 para las víctimas de las vacunas. Estos fondos autorizan el pago (con nuestro dinero, no con el de los fabricantes) de una indemnización a los niños gravemente disminuidos por una vacunación.´
5. Las consecuencias catastróficas de los trastornos por una DEFICIENCIA NEUROLÓGICA causada por las vacunas y, por tanto, extendida entre un gran número de niños, significa la incapacidad del sistema educativo para escolarizar a tantos niños que no pueden leer, escribir ni contar. En EE UU un 20% de los niños sufren “trastornos del desarrollo” que tienen su origen en las encefalopatías originadas por las vacunas. De ahí la ola de violencia y de crímenes perpetrados por “personalidades sociopatas”, creadas por las vacunas. Esta es la explicación del uso explosivo del Ritalin sobre los niños. ¡Simplemente se los droga!.
Espantosas e imprevisibles
La espantosa constatación de:
1) La creación de nuevas enfermedades incontrolables (sida por ejemplo);
2) La modificación permanente y hereditaria de nuestro código genético, asunto sobre el que no podemos (ni nos atrevemos) a anticipar consecuencias.
Los nuevos virus se forman, se transforman, se multiplican y se transmiten de una generación a otra por el esperma, el óvulo, la placenta y la leche materna. Resulta que varias vacunas están hechas con virus procedentes de células animales contaminadas a su vez por toda clase de virus. Así tuvimos la desagradable sorpresa de descubrir:
En 1960
Los cultivos de células renales de macacos utilizadas para la fabricación de la vacuna antipolio estaban infestadas de SV 40 (virus del mono). Antes de advertir su presencia millones de niños ya habían sido contaminados. Ahora sabemos que el SV 40 causa:
una deficiencia del sistema inmunitario
  • anomalías congénitas
  • leucemias (sobre todo entre niños de 2 a 4 años)
  • enfermedades malignas.
En 1973
Los investigadores descubrieron que la tasa de tumores cerebrales era 13 veces superior entre los niños nacidos de madres vacunadas contra la poliomielitis durante el embarazo.
En 1980
Los ivestigadores encontraron fragmentos de SV 40 en los tumores cerebrales humanos, aproximadamente en el 25% de los casos.
En 1987
Se confirmó que el HTLV4 procede de los monos verdes de África. Resulta que el virus de la leucemia humana es el HTLV1 y el virus del sida humano HTLV3. Lo mismo sucede con la leucosis avícola que contaminó la mayor parte de las vacunas contra la fiebre amarilla y el sarampión hasta 1962; para entonces millones de personas ya estaban vacunadas. Es como para preguntarse: entonces ¿DE DÓNDE SALE LA EPIDEMIA DE SIDA?.

Y la mentira sigue....
A pesar de todo esto, las autoridades continúan vacunando no sólo a los niños desde la cuna hasta la escuela, sino que además extienden estas prácticas a los adultos.
No contentas con devastar nuestra salud durante los últimos 20 años, se proponen hacerlo en todo el mundo.
Hay que saber que 45% de los fondos de UNICEF se asignan a campañas de vacunación en el Tercer Mundo, en tanto que solamente el 17% se destinan al agua y la higiene, aunque la misma UNICEF precisa que “al menos una persona de cada cinco en el mundo no dispone de agua ni de sistema de saneamiento fiable” Los niños del Tercer Mundo lo que necesitan es agua limpia y alimentos, no agentes agresivos que los matan como moscas.
Las vacunaciones masivas han diezmado la población africana, tanto por sus efectos inmediatos como, actualmente, por el sida... ¡pero se continúa vacunando!
Más todavía, las autoridades mundiales han lanzado el PAV (Programa Ampliado de Vacunación universal de la infancia), cuyo objetivo es la vacunación de todos los niños del mundo contra las seis enfermedades más comunes en la infancia: poliomielitis, difteria, tétanos, viruela, sarampión y tuberculosis.
Tomamos conciencia de que:
Las autoridades nos hablan en términos muy diferentes de la realidad.
La vacunación previene las epidemias: ILUSIÓN.
La verdadera epidemia es la vacunación: REALIDAD.
Vacunar a todos los niños del mundo
El gobierno mundial es la ONU (Organización de las Naciones Unidas). Su ministerio de Salud es la sacrosanta OMS (Organización Mundial de la Salud o, World Health Organization). El gobierno mundial está a punto de imponer una dictadura mundial, EL NUEVO ORDEN MUNDIAL.
Una agenda bien planificada
Poder mundial todopoderoso, gobierno de los gobiernos, cuyo fin totalmente teórico es el de asegurar la paz en el mundo... ¿De verdad? Veamos los resultados, los hechos. Mediante los chanchullos de su ministerio de salud, la OMS, La ONU ha obtenido los siguientes logros:
En 1974
Santa OMS lanzó un vasto programa de promoción de la Salud para todos en el año 2000. Este programa estaba al final de una larga lucha de los pueblos del Tercer Mundo que, al fin, obtenían el reconocimiento de sus necesidades propias y su participación en las decisiones. Pero también era la consagración de santa OMS como autoridad mundial en la materia de salud. Con este programa la OMS aseguró para sí la iniciativa en la orientación de la salud mundial, por encima de los gobiernos nacionales de los diferentes países.
En 1978
Los estados miembros de la santa OMS se reúnen en Alma Ata para definir una política común en la atención primaria en la que los pueblos se implicarían democráticamente, con objeto de hacer frente por sí mismos a sus problemas de salud. Sin embargo, como ya hemos visto anteriormente, la Declaración de Alma Ata abrió las puertas a la mundialización de las recomendaciones del informe Flexner, que imponía la medicina “científica” (medicina de enfermedad) como la única válida y eliminaba todas las demás (medicinas de salud). Este informe fue financiado por la Fundación Carnegie y su aplicación por la Fundación Rockefeller, el Banco Mundial y UNICEF; los financieros patrocinaban la salud mundial ¡qué magnánimos!
En 1983
A fin de alcanzar su encomiable objetivo de Salud para todos en el año 2000, santa OMS preconiza la vacunación de todos los niños del mundo contra seis enfermedades y lanza el programa PAV (Programa Ampliado de Vacunación). A tal fin se constituye un comité de vacunación formado por:
- Robert McNamara, antiguo presidente del Banco Mundial (el Banco Mundial es el banco oficial del gobierno mundial, de la ONU).
- Léopold Sédar Senghor, antiguo presidente de Senegal.
- Jonas Salk, director de Salk Institute, fabricante de vacunas y reactivos biológicos, principalmente para el ejército estadounidense; de hecho el Salk Institute tiene un departamento que trabaja bajo contrato con el Pentágono. El Wall Street Journal del 5 de abril de 1988 informaba que el Salk Institute había cerrado un contrato de 32,3 millones de dólares con el ejército estadounidense para la producción de vacunas y reactivos biológicos.
- Van den Hoven, presidente de Unilever, enorme multinacional para la explotación del Tercer Mundo cuya especialidad es la imponer el monocultivo de maní. Unilever es elmayor fabricante de margarinas, aceite y jabón de todo el mundo.
Santa OMS, banqueros, industriales y militares se dan la mano para salvar a los niños del mundo entero ¡conmovedor!
En 1984
Cinco respetabilísimas instituciones unen sus esfuerzos para llevar adelante la piadosa obra de vacunar a todos los niños del mundo: santa OMS, UNICEF, Banco Mundial, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y Fundación Rockefeller, que fundan la Fuerza de Intervención para la supervivencia de los niños. Se empeñan en proseguir y ampliar el programa de vacunación a escala mundial. UNICEF es animada en su noble aventura por la fundación Mérieux (propietaria del 30% del mercado mundial de las vacunas) y por el Instituto Pasteur. ¡Qué generosidad!.
En 1989
Para imponer a los niños los programas de inmunización previstos en el PAV y vencer la resistencia y la oposición de algunos adultos recalcitrantes, santa OMS utilizará herramientas coercitivas. Así, siempre por el bien de los niños, hace aprobar por la ONU la Convención de los Derechos del Niño. ¡Qué bondad! Con ello impone unilateral y arbitrariamente, sin discusión, ni representación, ni acuerdo de los ciudadanos, unos cambios fundamentales en la estructura de nuestra sociedad y de nuestra familia.

La Convención de los derechos del Niño

OFICIALMENTE, esta convención protege a los niños.

1) Establece la noción de ciudadanía para los niños;
2) Sustituye la potestad paterna por una obediencia obligada a las autoridades administrativas;
3) Permite a las autoridades separar a un niño de padres negligentes;
4) Reconoce al niño la libertad de elección, de pensamiento, de expresión, de manifestación de su religión o convicciones, de asociación y reunión pacífica y como únicas restricciones aquéllas que están prescritas en las leyes o lo relacionado con la salud.
5) Conviene, dice la Convención, que los Estados se esfuercen por garantizar la realización integral del derecho de la infancia a gozar de la mejor salud posible, tomando las medidas apropiadas para desarrollar la prevención sanitaria, es decir la vacunación.
OFICIOSAMENTE, la Convención por los derechos del Niño permite a las autoridades imponer por la fuerza y contra la opinión de sus padres:
1) las transfusiones de sangre a los Testigos de Jehová;
2) las vacunas a los que se oponen a ellas;
3) la medicina científica a los adeptos de las medicinas no convencionales (mal llamadas de alternativa, o en sentido peyorativo).
4) Los tratamientos severos a quienes no los quieren (por ejemplo el AZT para el sida o la quimioterapia para el cáncer).
TOMEMOS CONCIENCIA DE QUE:
Ya no son los padres, ni los niños, ni los pacientes, ni los médicos (guardianes de la salud que a su vez tienen sus mentes totalmente tomadas por todas estas directivas), ni las autoridades de nuestro país o que controlan nuestra salud (que dependen del otorgamiento de créditos internacionales, de la aplicación de vacunaciones), sino los financieros mundiales ocultos tras las venerable y respetable santa OMS.
¿Por qué este encarnizamiento criminal?
¿Qué finalidad tiene que las autoridades mundiales destruyan la salud de los pueblos –tanto de los países industrializados como del Tercer Mundo- exterminándolos? Es difícil presumir las intenciones de personas con las que uno no trata de cerca. Desde luego, alguien, en alguna parte, está sumamente interesado en mantener las vacunaciones y en promoverlas masivamente, tal y como se hace actualmente. Una cosa es cierta, no es por nuestro interés, ni el de los pacientes. A falta de conocer los beneficios y a los beneficiarios, examinemos las CONSECUENCIAS de estos programas de vacunaciones masivas y extraigamos las conclusiones pertinentes.
1) Las vacunas son caras: 1.000 millones de dólares al año. Por tanto el beneficio es para la industria, tal y como hemos visto antes, en particular, para las multinacionales de las vacunas y las farmacéuticas. La primera vende las vacunas, la segunda todo el arsenal medicamentoso necesario para responder a las numerosas complicaciones subsiguientes. Beneficios crecientes para unos y gastos crecientes para otros hasta que nos estrangulen o estemos dispuestos a aceptar lo inaceptable como una medicina socializada en EE UU, por ejemplo.
2) La vacunación estimula el sistema inmunitario (defensa del organismo). Repetida la vacunación agota el sistema inmunitario. Proporciona una seguridad engañosa y, de hecho, abre las puertas de par en par a cualquier enfermedad, principalmente a las enfermedades del sida, que no puede desarrollarse sino en un terreno inmunitario perturbado. La vacuna repetida hace estallar el sida silencioso, pero garantiza un mercado de la enfermedad perpetuamente floreciente.
3) La vacuna genera violencia social y crimen. ¿Se puede idear algo mejor para desestabilizar un país, desarmar a sus habitantes y reforzar los controles militar y policial? Las autoridades son capaces de crear sutilmente situaciones de pánico y miedo (ver la “shock Doctrine” o Doctrina del shock de Milton Fridman) ante las que la población reclamará “medidas de protección” como la de prohibir la tenencia de armas particular. Entonces las autoridades acuden como salvadores y se aplican a extremar su control. Para imponer un ejército mundial único, primero hay que desarmar a todos los ciudadanos de todos los países. Por tanto hay que crear violencia para lograrlo, sobre todo en EE UU donde este derecho está garantizado por la Constitución.
4) La vacunación incita a la dependencia médica y refuerza la creencia de que nuestro sistema inmunitario es ineficaz. Crea gente que necesita asistencia permanente. En lugar de la confianza en uno mismo, engendra la confianza ciega en algo externo, crea dependencia económica y genera la pérdida de la dignidad personal. Nos arrastra al círculo vicioso de la enfermedad (miedo-pobreza-dependencia-sumisión) asegurándose la sumisión del rebaño, para dominarlo mejor, explotarlo y conducirlo al matadero. La vacunación estimula igualmente la dependencia moral y económica de los países del Tercer Mundo con respecto a los países occidentales (donaciones, vacunas, equipos para administrarlas. La vacunación perpetúa el control social y económico de los países occidentales sobre el Tercer Mundo. Complejidad = control.
5) La vacunación oculta los verdaderos problemas sociopolíticos (pobreza de unos debida a la explotación de los otros) aportando pseudosoluciones tecnicocientíficas tan complicadas y sofisticadas que los pacientes no comprenden nada. La vacunación excava el abismo entre ricos dominantes y pobres explotados al desviar fondos que deberían servir para mejorar sus condiciones de vida hacia la banca de las multinacionales.
6) La vacunación diezma las poblaciones. De manera grave en los países del Tercer Mundo, de manera crónica en los países industrializados. Escuchemos a Robert McNamara, antiguo presidente del Banco Mundial, antiguo secretario de Estado de EE UU y uno de los promotores del PAV, que no se muerde la lengua cuando declara: “Hay que tomar medidas draconianas para la reducción demográfica, contra la voluntad de la población. Se ha demostrado que el control de la natalidad es insuficiente, por tanto hay que aumentar las tasas de mortalidad. ¿Cómo?. Por medios naturales: el hambre y la enfermedad”. (J`ai tout compris, nº 2, febrero 1987, ediciones Machiavel)
7) La vacunación permite la selección de las poblaciones que hay que exterminar. Facilita los genocidios selectivos. Permite liquidar a personas de cierta raza, de cierto grupo, de cierta región dejando indemnes a los demás en nombre de la salud y el bienestar de todos, evidentemente.
Tomemos el ejemplo de África. Se ha constatado la desaparición casi completa (50% de muertes según los optimistas, 70% según los menos optimistas) de algunas etnias africanas. Casualmente resulta que coinciden varias etnias en la misma región: Zaire, Uganda y extremo sur de Sudán. Casualmente... ¡El Kala-azar!.
En 1967, en Marburg (RFA) siete investigadores que trabajan con monos verdes africanos mueren fulminados por una fiebre hemorrágica desconocida.
En 1969, casualmente, la misma enfermedad mata a 100 personas en Uganda.
En 1976, una nueva fiebre hemorrágica desconocida vuelve a matar en el sur de Sudán y luego en Zaire.
Casualmente África, en especial el centro y el sur, contienen una cantidad fabulosa de recursos que siempre han suscitado la codicia de los países occidentales.
- En octubre de 1960, en el juicio que se intentó contra la CIA, el doctor Gotlieb, cancerólogo, reconoció el vertido de una gran cantidad de virus en el río Congo (Zaire) para contaminarlo e intoxicar a la población que utilizaba su agua. El dostor Gotlieb fue nombrado director del NCI (National Cáncer Institute). (Son las minuciosas investigaciones de la doctora Eva Snead las que nos han permitido el acceso a esta información).
- Desde 1968 los virólogos (especialistas en virus) tienen instalado su sofisticado material en el medio hospitalario zaireño.
- En 1992 o 1993 apareció en un reportaje de la agencia Reuter, “Una enfermedad similar al sida causó 60.000 muertos al sur de Sudán. La llaman la enfermedad asesina. Familias y pueblos enteros han desaparecido. Esta enfermedad, el Kala-azar se identifica por fiebres altas y adelgazamiento de los enfermos. Los síntomas son los mismos que los del sida. El sistema inmunitario se debilita y se muere por otras afecciones.”
8) La vacunación sirve como experimentación para probar nuevos productos sobre un amplio muestrario de población. Bajo la coartada de la salud se vacuna a la gente contra una pseudoepidemia con productos que se quieren estudiar. Con este fin, al parecer, las autoridades han escogido la vacuna de la hepatitis B. Esta vacuna se fabrica mediante manipulación genética; esto quiere decir que es mucho más peligrosa que una vacuna tradicional porque inocula en el organismo células extrañas a su código genético. En concreto, a esta vacuna producida a partir de virus cultivados en células ováricas de hamster de China (¿qué aspecto tendrán nuestros descendientes?), cancerizadas para multiplicarlas y cultivarlas en un suero de ternera estabilizado con aluminio (¿inyectaría usted eso a sus hijos?); se la acusa de ocasionar fibromialgia y esclerosis en placas. A pesar de todo, esta vacuna goza de una popularidad entre las autoridades que primero la han impuesto obligatoriamente a todos los que trabajan en el sector de la salud y, después, a toda la población o de entrada a poblaciones autóctonas.

En 1986, sin más explicaciones, las autoridades sanitarias administraron la vacuna contra la hepatitis B a los niños nativos de Alaska. Sin explicación, sin el consentimiento de los padres. Muchos niños enfermaron y algunos murieron. Al parecer en la vacuna había un virus llamado RSV (Rous Sarcoma Virus). Las tribus autóctonas de América son sometidas a numerosas vacunaciones. Son pueblos difíciles de someter y que poseen enormes extensiones de tierra que las multinacionales quieren recuperar para su beneficio.
En realidad los gobiernos conceden a nativos, total libertad para la gestión de su salud con una sola condición: que respeten escrupulosamente los programas de vacunación para todos. Aconsejo ver el film: “El Jardinero Fiel”. En Argentina está aconteciendo actualmente (año 2010) que el gobierno nacional otorga la “asignación familiar por hijo” siempre y cuando demuestren estar vacunados.
En 1988, durante una entrevista en la radio, un embajador de Senegal informaba de los estragos del sida en su país donde pueblos enteros habían sido diezmados. Pocos años antes varios equipos científicos y médicos estuvieron vacunando a sus habitantes contra la hepatitis B. La enfermedad se declaró entre las personas vacunadas.
En 1978, se ensayó una nueva vacuna entre los homosexuales de Nueva York y, en 1980, entre los de San Francisco, Los Ángeles, Denver, Chicago y San Luis. Esta “nueva vacuna”, oficialmente contra la hepatitis B, causó la muerte por sida de varios de ellos. Fue la primera hecatombe causada por sida que se reconoció oficialmente.
El programa de vacunación de los homosexuales contra la hepatitis B fue dirigida por la OMS y el NIH (National Institute of Health). Su colaboración criminal no era nueva.
En 1970, colaboraron en un estudio sobre las consecuencias de ciertas bacterias y virus inoculados a los niños durante las vacunaciones.
En 1972, este estudio se dedicó específicamente a las consecuencias de ciertos virus que inducían un debilitamiento de las funciones inmunitarias.
Wolf Szmuness dirigió los experimentos antihepatitis B en Nueva York. Fue él quien dio a conocer las conexiones entre el Blood Center (donde tenía su laboratorio) y el NIH, el NCI (National Center Institute), la FDA, la OMS y los institutos de Salud Pública de Cornell, Yale y Harvard.
En 1994, Canadá emprendió una vasta campaña de vacunaciones antihepatitis B inútil, peligrosa y cara ¿para ocultar qué?
Se ha comprobado que en Québec desde unos años, se ha vacunado especialmente:
- en 1992: vacunación contra la meningitis
- en 1993: revacunación contra la meningitis
- en 1994: vacunación contra la hepatitis B
Una honda preocupación me invadió (relata la Dra Ghislaine Lanctôt, en su libro “La Mafia Médica”. Editorial Vesica-Piscis) durante la vacunación del año 1993, ya que afectaba a una generación completa (de 0 a 20 años), a todo Québec y nada más que a Québec. ¿Desde cuándo las bacterias y los virus respetan las fronteras provinciales por añadidura? Éstos son los hechos:
- No había epidemia ni riesgo de epidemia. Los epidemiólogos estaban de acuerdo.
- No se administró una sino tres vacunas diferentes, cada una en territorio ya indicado.
- Algunas enfermeras fueron seleccionadas para un cursillo de capacitación con el fin de administrar una vacuna especial.
- Todos los niños fueron fichados en el ordenador.
- La presión para vacunar a todos los niños fue enorme. Los colegios se transformaron en clínicas. Los niños que no quisieron eran señalados con el dedo y acusados de antisociales.
- Las enfermeras iban a domicilio a la caza de las madres de niños preescolares que rehusaban vacunar a sus pequeños.
- La vacunación costó 30 millones de dólares a los contribuyentes de Québec, en una época de recesión, por añadidura.
Continúa relatando la Dra ghislaine Lanctôt: “He visto con mis propios ojos a uno de estos niños. La madre no lo quería vacunar. La enfermera volvió a la casa y le hizo creer que la vacunación era obligatoria. La madre cedió. Ahora el niño está enfermo e incapacitado física (parálisis espástica) y mentalmente.
¿Qué motivos hay para este encarnizamiento criminal? Al igual que los nativos aborígenes, el pueblo quebequés resulta molesto: proclama su diferencia y reclama su soberanía. Además Québec (con los territorios de los autóctonos) alberga una reserva de agua muy apetitosa para las multinacionales, que querrían apoderarse de ella para desviarla hacia el sur. Comprendí el valor del agua un día en que una amiga californiana (continúa comentando la Dra. Ghislaine Lanctôt, en su libro: “La Mafia Médica”, de editorial Vesica-piscis) que participaba en el Comité de las Aguas de este Estado, me confió: “¡el oro de nuestros días es el agua!” ¿Puede concebirse un arma mejor que la guerra biológica para deshacerse de pueblos incómodos y conquistar el territorio?
En Argentina acontece algo similar. Con frecuencia, casi anualmente, se establecen campañas de vacunación (antisarampionosa, antimeningitis, antihepatitis B, antirubéola, antigripe, etc.) Actualmente se desarrolla para el invierno de 2010 la campaña antigripe A (H1N1). Siempre con el constante asedio a la población, sembrando miedo, manifestando en cierta manera la obligatoriedad de la misma. Aduciendo consecuencias trágicas que acarreó la anterior epidemia; manoseando, manipulando datos estadísticos para que estos se vuelquen a favor de la campaña del temor, y se termine vacunando sin miramientos a la población. Integrantes del equipo de salud humana inconscientes, por desconocimiento o mala información y otros prostituidos, comprados a estos intereses se constituyen en cancerberos de las campañas de vacunación. Estos defienden a capa y espada el plan vacunal, manifestando argumentos que pertenecen a un libreto bien aprendido, bien asimilado, bien adsorbido a sus mentes, como si fuera un real “lavado de cerebros” aplicado sobre “profesionales universitarios” de la salud.
Cuando un pediatra adiestrado a estos intereses vacúnales, detecta que un niño no ha sido vacunado, enseguida rechaza atenderlo, obligando a los padres a su inmediata vacunación. Coercitivamente, y con igual procedimiento, se actúa en todo medio educativo público o privado donde ese niño no vacunado aspira a ingresar, reprimiendo pensamientos contrarios de los padres para que estos en definitiva, y lamentablemente, declinen a favor de la vacunación de su hijo. Siempre existe la aprobación de autoridades y gobernantes, verdaderos mentores de las campañas.
Títulos en los matutinos argentinos: “Salud. Recomendación. Gripe A: Sociedad Argentina de Pediatría aconseja vacunar a los niños. La entidad científica (“¡Científica!”) recomienda aplicar dos dosis a todos los chicos de 6 meses a 4 años/Advierten que hubo alta mortalidad. Mortalidad aumentada. Mortalidad 10 veces mayor a la estacional. La Sociedad de Obstetricia y ginecología de Cba. decide sobre la vacunación a embarazadas” También, “la entidad recomendó la vacunación a niños y adolescentes de 5 a 18 años, con factores de riesgo como los siguientes: retraso madurativo grave, enfermedad respiratoria crónica, asma grave, cardiopatías congénitas, trasplantados, chicos con enfermedad oncológica o que tengan obesidad mórbida.”
De esta forma se siembra y expande el temor de la verdadera epidemia vacunal. Y se está afectando, también, a una generación completa ¡De terror!
(La Voz Del Interior, martes 02 de marzo de 2010, sección 4A)
Continuando con la Dra Ghislaine Lanctôt, en su libro “La Mafia Médica”, editorial Vesica-Piscis:
9) La vacunación permite estudios epidemiológicos de las diferentes
poblaciones, al recoger información sobre la resistencias a las enfermedades de los diferentes grupos étnicos. Así pueden analizarse las reacciones del sistema inmunitario a un antígeno (virus, microbio) en grandes cantidades de población, en el marco de una vacunación masiva frente a una enfermedad tanto real como provocada.
En 1987, el DBT (Departamento de Biotecnología de la India) y diferentes laboratorios estadounidenses firmaron un acuerdo que autorizaba el ensayo de vacunas de fabricación genética sobre la población Hindú. Este acuerdo suscitó enérgicas protestas porque daba acceso a los perfiles epidemiológicos e inmunitarios de la población. Esta información es clave a nivel militar, tanto más por cuanto la India jamás ha padecido la fiebre amarilla y no conocen (todavía) el sida (ni un solo caso). Los laboratorios privados norteamericanos proponían efectuar en la India experimentos para los que no tenían autorización ¡en su propio país! ¡Y las autoridades hindúes firmaron el acuerdo!

10) La vacunación es un arma biológica al servicio de la guerra biológica. Puede matar gente de un determinado grupo y dejar al resto poco más o menos indemne. Proporciona la posibilidad de intervenir en el patrimonio hereditario de quien se quiera. Ahora tenemos una nueva especialidad: la ingeniería genética. Ha tenido un éxito fulminante, cuenta con mucho prestigio y goza de enormes fondos de investigación. El reto es a la medida: encontrar una vacuna que provoque una enfermedad ¡contra la que ya no haya ninguna vacuna! Triunfar ante este desafío supone que se podrían enviar tropas vacunadas contra la vacuna asesina, que se propagaría en territorio enemigo… ¡ES LA LOCURA TOTAL!
Entretanto, el robo industrial hace estragos. El capitán y biólogo de la US Navy en Fort Detrick, Neil Levitt, denunció la desaparición de 2,35 litros de una vacuna experimental; dosis suficiente como para contaminar la población de todo el planeta. ¿Dónde ha ido a parar? Fort Detrick es un laboratorio de investigación que fabrica vacunas. Está situado muy cerca de Washington, en Maryland, y depende del NCI (Nacional Cancer Institute) en Bethesda, en las afueras de la capital. Otro hecho extraño: la Universidad de Berkeley paga todas las facturas del Centro Nacional Médico Naval. No es de extraña que encontremos siempre entre mezclados, en todas las campañas de vacunación, al gobierno, al ejército, a la OMS, al Banco Mundial, a los investigadores, a las universidades, a la CIA.



TOMEMOS CONCIENCIA DE QUE:
Con la excusa de la defensa de nuestro país, se fabrican las armas más devastadoras. La guerra, biológica o no, es la guerra. Y las armas matan:
La guerra biológica es un gigantesco negocio financiado CON NUESTRO DINERO a través del ejército y de la investigación. Financiado también CON NUESTRAS VIDAS, la de nuestros hijos y la de millones de inocentes sacrificados. Nosotros, los occidentales, somos responsables de nuestras enfermedades y de los genocidios en el mundo al aceptar las exigencias de las vacunaciones en nuestro país y en el extranjero.

EL MARKETING
El marketing es una técnica refinada que comprende varios aspectos:
publicidad, educación, influencias, grupos de presión, monográficos, mensajes, motivaciones, emblemas, etc. Puede ser escrito, oral, silencioso, subliminal. Puede ser abierto, sutil, oculto. Es la ciencia de la manipulación. Se enseña en la universidad. Es el arte de la eficacia, tiene sus diplomados y sus especialistas.
La finalidad del marketing, sea del producto que sea, es crear una demanda (o una necesidad) en el consumidor para que solicite productos que de lo contrario, no consumiría “espontáneamente”, bien porque no los quiere, bien porque no tiene necesidad de ellos.
EL MARKETING SOCIAL -también llamado ingeniería social- es idéntica al marketing convencional excepto en el producto de consumo: vende ideas. Convence al “consumidor” para que consuma, es decir que haga suyas ideas que le son ajenas, que pueden ir contra sus principios o contra su sentido común. El fin del marketing social es la sumisión de la mente mediante la hipnosis de nuestra conciencia, para conducirnos donde quiere. Priva a la persona de su poder de elección. Es lo que Beauvais y Joule denominan la “sumisión libremente consentida”: “Finalmente conduce a la persona a pensar, a decidir y a comportarse con total libertad pero de otro modo a como lo hubiera hecho espontáneamente”.
EL MARKETING SOCIAL MÉDICO Es la ciencia del marketing social aplicada en la sanidad. Consiste en VENDER LA ENFERMEDAD A QUIENES QUIEREN LA SALUD.
EL MARKETING SOCIAL DE LA VACUNACIÓN Consiste en vender la idea de la necesidad de vacunarse a gente que no la necesita o no lo quiere. El objetivo previsto es someter al 95% de la población mundial a las vacunaciones que las autoridades decidan. Implica tres etapas que se intensifican según el grado de resistencia a la sumisión:
  • la manipulación
  • la organización
  • la represión.
LA VACUNACIÓN OBLIGATORIA
Tanto si la vacunación es oficialmente obligatoria como si no, la presión social es generalizada y exige una sumisión que se logra en tres etapas.
1º ETAPA, LA MANIPULACIÓN: LA SUMISIÓN CONSENTIDA
Contamina todos los sectores:
LA EDUCACIÓN
No contentas con habernos inculcado la convicción de que las vacunas son eficaces e inofensivas, las autoridades cultivan otra leyenda igualmente carente de sentido: las vacunas supuestamente han atajado las grandes epidemias. Ahora bien, las vacunas aparecieron en el mercado cuando las epidemias casi habían desparecido por completo. Los primeros libros sobre las vacunas (todavía no escritos por el Establishment) son muy elocuentes al respecto; demuestran que la regresión de las grandes enfermedades fue debida a la mejora de las condiciones de vida, en especial de la higiene. Este lavado cerebro se llama “educación sanitaria” o “higiene pública”. Todas las personas que trabajan con la sanidad reciben esta formación falaz sobre las vacunas. La transmiten sin verificarla y permiten de este modo que se transformen en una agresión tan “normal” como la violencia y las guerras en la televisión.
EL VOCABULARIO
Las autoridades tienen el arte de implantar expresiones que moldean nuestras ideas y nuestra conducta. Por ejemplo, “el invierno es la estación de la gripe”, lo que hace pensar en epidemias y en la necesidad de vacunarse contra ella. ¡Y ya hemos caído en la trampa! El marketing social va más lejos. Nos ha hecho creer que las personas mayores son más vulnerables a cualquier enfermedad y, por tanto, a la gripe en invierno, de donde se deduce que hay que vacunarlas a todas. Y para protegerlas mejor ¡hay que vacunar también a todas las personas que se encargan de cuidarlas! Esto se llama gerontocidio.
Uno de los iniciadores de la vacuna contra la gripe, repite sistemáticamente a sus amigos: “Si quieres heredar rápidamente, vacuna a tu abuela contra la gripe”
LA EMOCIÓN
No es cualquier emoción: es el miedo. El concepto de la vacuna descansa en TÁNDEM MIEDO-PROTECCIÓN. Primero se siembra el miedo, luego se acude a protegernos. ¿Somos tan impotentes e indefensos que necesitamos esta protección? La manipulación social nos hace creer que sí. Y nos dejamos sostener por nuestros protectores. Como hace la mafia. ¡Pero la protección sale cara! Para conseguir mayor eficacia, el marketing social actúa sobre otra emoción, aún más perversa: la culpabilidad. “Si no vacuno a mi hijo y cae enfermo, no me lo perdonaré nunca…” ¿Y qué nos dirá la hermosa voz de la conciencia si nuestro hijo muere de muerte súbita del lactante o desarrolla una leucemia a los 3 años o una esclerosis en placas porque lo hemos vacunado? Además, ¿quiénes somos nosotros para asumir la responsabilidad de la suerte de los demás?
LA INFLUENCIA
Hay que hacer como los demás: Si todo el mundo lo hace será porque está bien. ¿Hemos olvidado los borregos de Panurgo de la obra de Rabelais? Seguimos la moda de la ropa, de la alimentación, de la música… y de las vacunas. Ante todo, no plantearse preguntas. Las autoridades saben mejor que nosotros lo que es mejor. ¿Por qué pensar de otro modo? A esto se le llama presión social. El director de orquesta es el Establishment y sus socios (financiero, político, mediático, industrial, médico, de seguros, religioso, artístico, universitario) y difundido por el marketing social.
LA INFORMACIÓN
Médica o no, la información se cuida celosamente desde el Establisment. Es la herramienta para la difusión del marketing social. La presión de la censura (camuflada, por supuesto, ya que la prensa es “libre”) es tan poderosa que los periodistas acaban por autocensurarse; saben que ciertas informaciones no pueden divulgarse. De lo contrario, el medio para el que trabaja (“independiente”) se quedará sin financiación; es decir, sin publicidad, sin lo cual dicho medio no puede sobrevivir y el periodista será trasladado a la sección “perros atropellados” (sucesos). Los periodistas transmiten la información que emana de las autoridades sin demasiadas dudas. En un espacio tan protegido como el de las vacunaciones, no deben hacerse preguntas. Si se hacen demasiadas, se recortan sus textos y más tarde su trabajo. No obstante, algunas lo hacen. Por ejemplo el programa 60 Minutos, que en 1979 presentó, en EE UU un monográfico sobre la campaña de vacunación masiva contra la fiebre porcina de 1976. La vacuna provocó un número tal de complicaciones (sobre todo neurológicas), de parálisis y muertes que se intentaron una enorme cantidad de querellas. Este programa es un escaparate perfecto del marketing social en todo su esplendor. No falta un solo ingrediente; útil para conocer el engranaje de una campaña de vacunación masiva.
LA MORAL
Las autoridades hablan del “derecho universal a la salud”… ¿Quién da más? Eso sí, quien dice derecho, dice deber. De ahí el “deber social”: hay que vacunarse. No hacerlo sería rechazar la salud para todos. ¡Qué falta de ética y compromiso social! Como buen ciudadano hay que cumplir los deberes y vacunarse. Y ya hemos caído en la trampa. El marketing social ha funcionado.
2º ETAPA, LA ORGANIZACIÓN: LA SUMISIÓN NO TAN CONSENTIDA
Garantiza la eficacia de la manipulación. Consiste en un control mediante fichas de la población y de los médicos. Todos están fichados en un ordenador y se les sigue por las huellas. Sirve para asegurarse de que cada ciudadano reciba sus vacunas con regularidad y de que cada médico las ponga. Se confeccionan listados, ficheros, tarjetas de vacunación. Nadie escapa. Los negligentes son inmediatamente llamados al orden. Es un reclutamiento forzoso. ¡El Gran Hermano vela por nuestra salud!
3º ETAPA, LA REPRESIÓN: LA SUMISIÓN NO CONSENTIDA
Castiga a los insumisos. Para estar seguros de su obediencia, las autoridades hacen leyes. a principios de siglo las vacunas eran obligatorias y aún hoy los son en varios países, especialmente en EE UU y Francia (también, Uruguay). Cuando la gente se percata de lo que supone la vacunación, aumenta la rebeldía. Si la resistencia es muy fuerte, la OMS introduce solapadamente, leyes nuevas, como la Convención de los Derechos de la Infancia.
A los hijos de los insumisos se les prohíbe el acceso a las guarderías, a la escuela, a la universidad y a ciertos hospitales o clínicas. No pueden viajar al extranjero. No pueden ejercer ciertos oficios. Son constantemente hostigados por las autoridades sanitarias, administrativas, escolares. Son las ovejas negras del estupendo programa de “la salud para todos”. A los grandes insumisos se les sanciona, pierden el derecho a ejercer la medicina, son encarcelados o vacunados a la fuerza.
TOMEMOS CONCIENCIA DE QUE:
1) Todo este entramado jerárquico
- ejecuta las órdenes del ministerio nacional de Salud = Gobierno nacional.
- que, a su vez obedece al ministerio mundial de Salud: Santa OMS, manejado por las Multinacionales farmacéuticas.
- a su vez bajo las órdenes de la gran banca mundial: Banco Mundial, FMI

2) Nosotros financiamos todo esta red por medio de tasas, impuestos y donaciones a UNICEF.
VACUNAR: ¿SI O NO?
Cedamos la palabra a Edgard Kasse, médico estadounidense que, en 1983 se dirigía al Congreso de Viena sobre enfermedades infecciosas, a título de presidente del congreso:
“El fin de los epidemiólogos no debe ser la erradicación de las enfermedades infecciosas gracias al empleo masivo de vacunas y antibióticos, sino el control y la mejora de la calidad de vida […] Hay que admitir que habrá un cierto número de casos de tuberculosis, de polio o de malaria y entrar en una dinámica ecológica natural, que refuerce las posibilidades de defensas de nuestro organismo; mediante una política sanitaria no contaminada por los intereses de las multinacionales farmacéuticas”.
En último extremo nos encontramos ante el siguiente dilema: obedecer a las autoridades o escuchar a nuestra conciencia. Dar poder a los otros o ejercerlo nosotros mismos. Culpar a nuestros gobernantes o asumir nuestras responsabilidades.
Es cuestión de conciencia. En este sentido, existe la “cláusula de conciencia” (reconocida en algunos estados de Estados Unidos) para negarse a la vacunación. En Francia, los jóvenes reclutados para el ejército tienen el mismo derecho legal. En Canadá la vacunación es libre pero nos hacen creer que es obligatoria (como en Argentina). El derecho a la salud es un derecho legítimo, innato, propio del ser humano. Ninguna ley puede concedernos lo que ya tenemos. ¡Y todavía menos quitárnoslo! Obedecer las leyes es someterse a la legalidad, al poder exterior. Escuchar la conciencia es respetar la legitimidad, nuestro poder interior de esencia divina. Entre la legalidad y la legitimidad ¡TENEMOS EL PODER DE ELEGIR!
Extraído del Libro: “la Mafia Médica”; autora: Ghislaine Lanctôt MD;
Ediciones: Vesica-piscis.
Enlaces recomendados:
http://www.librevacunacion.com.ar/


 

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